lunes, 5 de septiembre de 2011

Los perros buenos

¡Canto al perro sucio, al perro pobre, al perro sin domicilio, al perro callejero, al perro saltimbanqui, al perro cuyo instinto, como el del pobre, el del bohemio y el del cómico, está aguzado maravillosamente por la necesidad, esa madre tan buena, esa auténtica patrona de la inteligencia!

Canto a los perros calamitosos, tanto los que van errantes, solitarios, por los barrancos sinuosos de las inmensas ciudades, como los que dijeron al hombre abandonado, parpadeando con sus ojos sabios: «Llévame contigo, y de nuestras dos miserias haremos acaso una especie de felicidad».
Charles Baudelaire, "Los perros buenos", El spleen de París.  

(La traducción es mía)

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