lunes, 17 de octubre de 2011

Cumpleaños

Hoy Sirio cumple un año. Bueno, un año aproximadamente. Ya he contado aquí cómo nos encontramos y cómo se calculó su fecha de nacimiento. El caso es que en su pasaporte perruno dice 17 de octubre de 2010, así que hoy es su cumpleaños.

Lo hemos celebrado con un largo paseo por la playa esta mañana. A la hora de comer, le mezclaré con el pienso una latita de atún, que es lo que más le gusta del mundo. Él no sabrá que es por su cumpleaños, pero nosotros sí.

Es costumbre, en fechas señaladas, hacer balance. Y en nuestro caso, el balance es francamente positivo. Es verdad que criar un cachorro acarrea un montón de problemas y de preocupaciones, que a veces se pone muy pesado o desobediente, que da trabajo y gastos. Pero, a pesar de todo, ya no sabríamos vivir sin que nos despertase por la mañana, sin su presencia diaria, sin la alegría con que nos recibe al volver a casa.

Hay gente que dice que quiere a su perro como a un hijo. Yo nunca lo diría, creo que son amores distintos. Por eso me alegro de haber tenido la oportunidad de experimentar una clase de vínculo que no conocía y que es tan satisfactorio y tan enriquecedor.

Sirio no es mi hijo, ni mi hermano, ni mi amigo. Sirio es mi perro. Y eso es tan hermoso en sí mismo que no necesito que sea ninguna otra cosa.

Pues eso, que feliz cumpleaños, colega.

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